Hoy os traemos una receta perfecta para fiestas o reuniones con amigos o familia, o para esos días en los que nos apetece darnos un homenaje sin tener que cocinar mucho: saladitos de hojaldre con tomate, pavo y queso.
Siempre hemos comprado los saladitos (salaíllos para los amigos) con diferentes rellenos en croassanterias, pero un día nos dio por experimentar con hojaldre para poder hacerlos nosotros mismos y elegir así los ingredientes, y descubrimos que no son nada difíciles de hacer.
Ingredientes
- Masa de hojaldre
- Salsa de tomate (receta)
- Pechuga de pavo o jamón york
- Queso rallado (nosotros hemos usado parmesano)
- 1 Huevo batido
- Sal
- Pimienta
- Aceitunas negras sin hueso
Elaboración de los saladitos
Para hacerlo más simple usamos masa de hojaldre comprada, pero algún día nos liaremos la manta a la cabeza y la haremos nosotros también.
Para hacer estos saladitos lo primero que tendremos que hacer será estirar el hojaldre para que no quede muy grueso, con ayuda de un rodillo o botella vacía, y colocar los ingredientes que queramos justo en el centro. Nosotros los hemos rellenado con una fina capa de tomate casero, pechuga de pavo, queso rallado y aceitunas negras picadas, y hemos sazonado con una pizca de sal, pimienta negra y orégano.
Una vez que hemos colocado los ingredientes en el centro hay que cerrarlo plegando los bordes sobre el relleno. Para que sellen bien nosotros aplicamos un poco de agua con una brocha de cocina sobre uno de los bordes, de esta manera se quedará perfectamente adherido sobre el otro.
Después lo cortaremos al tamaño deseado, en función del tamaño que queramos que tengan nuestros saladitos. A nosotros nos gustan más bien pequeños, que casi te los comes de un bocado :)
Por último los untaremos con el huevo batido, espolvorearemos sésamo y hornearemos durante unos 15 minutos a 220º, o hasta que veamos que tienen un bonito color dorado, habiendo precalentado el horno a esa temperatura.
Así de fácil es preparar estos saladitos, y lo bueno es que podéis rellenarlos casi con lo que queráis. Nosotros lo hemos hecho con tomate casero, pavo, queso y aceitunas negras, pero pueden llevar atún, cebolla, champiñones salteados, etc. Lo que se os ocurra. Un aperitivo perfecto para invitar a familia y amigos y contentar a todos con diferentes sabores.