Parece que últimamente la cosa va de estanterías que quieren ser algo más. Si el otro día os mostrábamos una pequeña balda que escondía espacio para guardar objetos valiosos, hoy os enseñamos una estantería que se convierte en un cómodo escritorio.
Nos parece un elemento decorativo increíble, pero es que además puede resultar de lo más práctico para espacios reducidos en los que queremos aprovechar para crear un pequeño rincón de trabajo.
Como se puede apreciar en las fotografías, cuando está cerrado aparenta ser una balda muy gruesa de madera y metal, y con un ingenioso sistema la parte superior se desliza y deja paso a un generoso escritorio, e incluso algo de espacio para guardar cosas.
Esta gran idea es obra de Arco, un estudio de diseño de muebles situado en los Países Bajos, especializados sobretodo en trabajos con madera.
La verdad es que a nosotros nos vendría genial para el hueco que tenemos debajo de las escaleras, y que es precisamente donde trabajamos.