¿Cómo, que aún no habíamos publicado en Una casa con vistas la clásica receta del bizcocho un, dos, tres? Pues eso hay que arreglarlo, pero ya, así que preparaos para conocer (si no lo hacéis ya) la receta del bizcocho más fácil de la historia de los bizcochos.
Además, ya que estamos en octubre y Halloween está a la vuelta de la esquina, pues vamos a aprovechar para hacerlo con forma de ataúd… No os preocupéis, el aspecto puede provocar un poco de miedo, pero os aseguramos que el sabor provoca adicción y altas dosis de alegría.
Lo que hace que este bizcocho sea tan fácil de hacer es que no necesitamos pesar los ingredientes, sino que usaremos el propio vasito del yogur para tomar las medidas de todo lo demás… De ahí también el nombre: uno de aceite, dos de azúcar y tres de harina 😄
Ingredientes del bizcocho más fácil de la historia
1 yogur natural azucarado
1 medida de aceite de oliva virgen extra
2 medidas de azúcar (depende del nivel de dulzor que te guste, nosotros usamos un poco menos de dos)
3 medidas de harina normal de trigo
3 huevos
1 sobrecito de levadura química (unos 16 gramos)
Ralladura de limón
* El molde de ataúd y el chocolate fundido son opcionales, pero altamente recomendables.
Elaboración del bizcocho un, dos, tres
Con este bizcocho no hay excusa posible, si tienes los ingredientes y ganas de bizcocho, puedes hacerlo. Cogemos un bol grande y usamos las varillas para mezclar bien los huevos con el yogur, el aceite y el azúcar. Cuando esté todo bien mezclado comenzamos a echar la harina tamizada (podéis usar un colador para hacerlo) junto con la levadura, poco a poco hasta que se incorpore perfectamente.
Una vez que tengamos nuestra rica masa bien homogénea y suave será el momento de añadir la raspadura de un limón. Esto también es al gusto, pero nosotros recomendamos usar la raspadura de un limón entero, porque le da un aroma increíble. Untad el molde que vayáis a usar con un poco de mantequilla y espolvoread un poco de harina, para que luego sea muy fácil desmoldarlo. A continuación tan solo hay que echar toda la masa en el molde.
Y ya solo queda hornearlo durante unos 40 minutos a 180º con calor arriba y abajo, con el horno previamente precalentado. El tiempo de horneado puede variar (y variará) según el horno, así que os recomendamos que en unos 35 minutos comprobéis como va. Podéis hacerlo introduciendo una varilla metálica o un cuchillito de untar pequeño. Si sale limpio es que está hecho. Si no, dejadlo un rato más, pero intentad que no se pase de cocción. Un bizcocho en su punto estará mil veces más rico que uno que se ha pasado un poco. Lo sabemos por experiencia 😉
Paso extra para conseguir un bizcocho de Halloween
Hemos aprovechado que se acerca Halloween para usar el molde con forma de ataúd que nos regalaron los amigos de Lidl hace unos años. Además de tener forma de ataúd tiene una cruz en bajo relieve, lo cual es perfecto para fundir un poco de chocolate y rellenarla.
Para hacer el chocolate tan solo hemos puesto en un cazo a fuego medio unas cuantas onzas de chocolate para fundir y un par de cucharadas de agua.
Como era de esperar (bendita levadura) el bizcocho se hinchará por arriba, de manera que al darle la vuelta para presentarlo no se quedará plano. Lo que hemos hecho para solucionarlo es simplemente cortar el sobrante ayudándonos del borde del propio molde. De esta forma podemos darle la vuelta y se quedará perfectamente plano.
Y no penséis que el sobrante del bizcocho lo hemos tirado. ¡Ni mucho menos! Hemos untado todo el chocolate que había sobrado y hemos vuelto a unir las dos partes… No es el bizcocho más estable del mundo, pero si que es de los más ricos que hemos preparado, en serio.
Esperamos que os animéis a prepararlo, os aseguramos que os va a encantar y va a pasar a formar parte de vuestras recetas básicas.