A ver, pongamos las cartas sobre la mesa: no, no somos nosotros muy de planchar la ropa. Somos de los que prefieren tenderla de una manera determinada para que no queden arrugas antes que ponerse a plancharlo todo. Pero lo que sí que nos encanta es cómo queda un pantalón o una camisa bien planchados, así que de vez en cuando no hay más remedio que liarse la manta a la cabeza y coger la plancha y la tabla de planchar y ponerse a ello.
Lo que no conocíamos hasta ahora son las planchas verticales, y puede que sean el invento perfecto para que alguien como nosotros, a los que nos da mucha pereza planchar, podamos disfrutar de ropa bien planchada. En este artículo vamos a intentar desgranar las ventajas e inconvenientes de esta tecnología, a ver si realmente es algo tan interesante como parece.