De un tiempo a esta parte son cada vez más los que, por diferentes motivos, deciden trabajar desde casa, y en esos casos es importante crear una zona de trabajo agradable y separada del resto de la vivienda. Dentro de lo posible, claro.
La interiorista y fotógrafa Holly Marder ha dado en el clavo convirtiendo el piso de arriba de su vivienda en un confortable estudio de trabajo, como vais a poder comprobar en todas las fotografías del antes y después que ha publicado en su web y de las cuales aquí os traemos una selección.
Como podéis comprobar en «el antes» se trataba de una buhardilla bastante espaciosa, con mucha luz natural y con un techo increíble lleno de grandes vigas, así que Holly contaba con una buena base para convertirlo en un agradable espacio de trabajo.
Los elementos escogidos para decorar este estudio realmente son muy sencillos, pero los colores elegidos y la disposición nos parece muy acertada. El resultado es un espacio de trabajo luminoso, limpio y sosegado. ¡Vamos que dan ganas de ponerse a trabajar!
La zona de trabajo se compone de un gran tablero de madera situado bajo el ventanal y sustentado por un caballete en cada extremo y dos prácticas cajoneras en el centro. Una combinación sencilla, aderezada por pequeños detalles decorativos, como la pared decorada con elementos sueltos, a modo de mood board.
La otra zona se compone de una mesa redonda blanca con dos bonitas sillas de madera, una gran alfombra que aporta calidez y un aparador lleno de libros. Sin duda una «sala de reuniones» de lo más agradable.
Conclusión: en ocasiones merece la pena liarse la manta a la cabeza y llevar a cabo algunas transformaciones importantes en casa. Se puede hacer rápido y con poca inversión, y el resultado puede ser espectacular, ¿no creéis?