Tras una semana para aclimatarnos de nuevo al ritmo normal y superar el hecho de que las vacaciones han terminado ya estamos preparados para seleccionar unas cuantas fotografías y contaros nuestras mini vacaciones por la costa gaditana.
Aunque habíamos visitado Cádiz en otras ocasiones, esta vez la zona en la que hemos estado era completamente nueva para nosotros, y la verdad es que nos ha enamorado por completo. Vejer, Zahara de los Atunes, Conil… Un paraíso que nos pilla a solo 3 horas y media de casa y que hemos tardado trentaypico años en visitar. Ya nos vale!
Nuestra «base de operaciones» estaba en Vejer de la Frontera, un pueblo precioso que nos habían recomendado en numerosas ocasiones. Y es que no es para menos, como podéis comprobar en las fotografías.
Cuenta con un centro histórico amurallado, que aún conserva el castillo y varias iglesias significativas, y que fue declarado conjunto histórico-artístico en el año 1976. Wikipedia
Estuvimos alojados en un apartamento que buscamos en AirBNB (también ha sido nuestra primera vez), y la verdad es que ha sido todo un acierto: buena ubicación, completamente equipado para poder cocinar y, en definitiva, algo que sientes como tu casa durante esos días, algo que no ocurre en un hotel.
El casco viejo de Vejer está repleto de pequeñas callejuelas adoquinadas llenas de encanto y con infinidad de pequeñas tiendecitas y bonitas cafeterias y restaurantes. Es muy agradable pasear por sus calles y descubrir cada día nuevos rincones en los que hacer una parada y tomarse un tentempié.
También nos recomendaron visitar los molinos de agua de Santa Lucía, justo al lado de Vejer, y la verdad es que disfrutamos mucho de la visita y el pequeño paseo.
Pero no solo estuvimos en Vejer, sino que teníamos planeado visitar unas cuantas playas de la zona que nos habían recomendado y que habíamos estado viendo por internet unas semanas antes.
Estuvimos pocos días, por lo que nos han quedado muchas playas pendientes por visitar, pero nos ha dado tiempo a ver unas cuantas: El Palmar, Cala del Aceite y Fuente del Gallo (ambas en Conil), Zahara de los Atunes, Playa de los Alemanes (en Zahara también), Barbate y Bolonia.
En general nos encantaron todas las playas en las que estuvimos, aunque hemos de reconocer que Bolonia nos decepcionó un poco. No por la playa en sí, que es una pasada, sino más bien por lo masificada que está, y eso que era septiembre. Una pena.
En cuanto al tema gastronómico, lo cierto es que llevábamos algunas cosas para comer en el apartamento y ahorrarnos así un buen pellizco, pero si que nos dio tiempo a probar un buen atún de almadraba y, como no, la carne de retinto.
Han sido tan solo cuatro días, pero han sido suficientes para enamorarnos de la zona y confirmar que tenemos que hacer otro viaje a Cádiz más pronto que tarde. ¿Nos recomendáis sitios para visitar en nuestro próximo viaje? :)