Hace muchos años nos dio en mi familia por montar un modesto cine en casa, con proyector y pantalla incluidos, y la verdad es que era una gozada ver películas o jugar a cualquier videojuego. Pero al cabo de un tiempo cayó en desuso, y acabó desmontado y guardado en un armario. Hasta hace unos días, que se nos ocurrió rescatar el proyector y usarlo para montar un auténtico cine de verano en el cortijo de unos familiares, en mitad del campo. No sé cómo no se nos ha ocurrido antes, porque estas noches de verano son perfectas para ello…