La verdad es que estas Navidades no hemos podido quejarnos, ni por los buenos momentos pasados con familia y amigos ni, por supuesto, por los geniales regalos que hemos recibido.
Concretamente hoy queremos mostraros uno de ellos, que nos ha venido genial para aumentar nuestra pequeñita composición de cuadros en el salón: un marco para colgar los discos de vinilo.
Si si, como lo oís, un marco en el que se pueden meter los discos de vinilo (con su funda, claro), de forma que tenemos a nuestra disposición un cuadro con unas buenas dimensiones y que, además, se puede ir cambiando de aspecto cada cierto tiempo.
El sistema es de lo más sencillo, pues el disco se introduce por una ranura que tiene en la parte superior, y que no se ve cuando está colgado. Cuesta un poco meterlo, pero el resultado al final es perfecto, y para colgarlo tan solo hará falta practicar un pequeño agujero en la pared y colocar un tornillo o alcayata.
¿Qué os parece la idea, os gusta? A nosotros nos encanta como queda, y además al verlo te suelen entrar ganas de poner justo ese disco… Además, el disco que tiene puesto en la fotografía también es otro de los regalos (se trata del primer álbum de Led Zeppelin).
Bonus: ya que hablamos de discos, os mostramos otro de los regalos que hemos recibido: un vinilo de The Doors, concretamente el primero que editaron (y el mejor, por qué no decirlo).