Al menos un dia a la semana nos encanta cenar una rica pizza casera hecha por nosotros mismos. Siempre intentamos realizar alguna variación, ir probando cosas… pero hoy queremos compartir con vosotros la versión más sencilla.
Digamos que es la base. A partir de esto, solemos añadir algunas otras cosas, como bacon, pimiento verde, rúcula, etc. En un próximo artículo compartiremos algunas variantes interesantes (estamos abiertos a propuestas, por cierto).
Ingredientes de la pizza casera
- Tomate frito
- Mozzarella fresca (de las que vienen en forma de bola en un paquete individual)
- Unos 80 grs de pechuga de pavo
- Queso de cabra
- Queso parmesano
- Orégano
- Pimienta negra
Como elaborar la pizza casera
Lo principal será hacer la masa de la pizza y la salsa de tomate casera. Solo así conseguirás una auténtica pizza perfecta, casera cien por cien.
Una vez que tengamos nuestra bola de masa, la estiramos con la ayuda de un rodillo -si no disponemos de un rodillo podemos usar una botella vacía de vino-. A nosotros nos gusta dejarla bastante fina, pero esto es un poco a gusto de cada uno. A continuación untamos la pizza generosamente con la salsa de tomate y metemos al horno, previamente precalentado, a 180-200º durante unos 15 minutos.
Esto de meter primero la masa solo con el tomate es un pequeño truco que descubrimos gracias a Arguiñano, y sirve para que la masa se cocine casi del todo antes de añadir los demás ingredientes, que no necesitan ser cocinados, y que al final nos quede mucho más crujiente.
Los tiempos y las temperaturas variarán entre diferentes hornos, así que lo mejor es estar pendientes, y sacarla cuando veamos que la masa ya no está blanda.
Una vez veamos que la masa está en su punto, será el momento de sacarla y añadir el resto de ingredientes; primero repartiremos la mozzarella desmenuzada por toda la base, a continuación la pechuga de pavo y el queso de cabra (también desmenuzado).
Para finalizar rallaremos un poco de parmesano y espolvorearemos orégano y un poco de pimienta negra recién molida.
Volvemos a meter al horno durante otros 15 minutos, más o menos, sin variar la temperatura, o hasta que veamos que los ingredientes están a nuestro gusto y la masa está crujiente (se humedecerá un poco al principio con la mozzarella).
Un pequeño truco para que la mozzarella no tenga tanta humedad es sacarla del paquete una o dos horas antes de hacer la pizza, desmenuzarla sobre un plato con papel de cocina y meterla en el frigorífico hasta que vayamos a usarla.
El último paso, y el mejor, es sacar la pizza, cortarla y disfrutarla, a ser posible entre buenos amigos. Esperamos que probéis a hacerla o, si ya las hacéis, que compartáis vuestros trucos y consejos con nosotros.