Parece que fue ayer, pero ya ha pasado nada menos que un año desde aquel fatídico momento en el que el mundo se paró y nos tocó quedarnos en casa y aprender a lidiar (y convivir) con un nuevo enemigo. Siempre nos gusta hacerle caso a los maestros Monty Python y ver la parte buena de las cosas, y esa ocasión no iba a ser menos.
Y una de las cosas buenas que nos trajo el confinamiento fueron las ganas de experimentar en la cocina y, más concretamente, ganas de hacer pan. A nosotros también nos dio bastante fuerte la fiebre panarra, y desde entonces hemos hecho muchos panes. Ahora, un año después, queremos compartir contigo la receta más sencilla para hacer pan, sin ningún aparato especial y sin amasado. La única peculiaridad es que necesitarás dos días para hacer el pan: un día mezclas los ingredientes y el siguiente lo horneas. Sigue leyendo y verás que receta más sencilla para hacer pan en casa.
Las arepas son un platillo emblemático de Venezuela y Colombia. De hecho parece ser que existe un poco de rivalidad entre ambos por ver cuál es el país originario. Pero bueno, nosotros no estamos aquí para dilucidar el origen, sino para compartir esta receta tan sencilla, rica y versátil.
Según la Wikipedia: «La arepa es un alimento de origen precolombino de Colombia, Venezuela y Bolivia, hecho a base de masa de maíz seco molido o de harina de maíz precocida, de forma circular y aplanada.»
Nosotros las probamos por primera vez hace unos años en un viaje a Madrid, y nos sorprendieron mucho, tanto por su textura como por su sabor a maíz. Nunca nos habíamos planteado hacerlas nosotros mismos, pero hace unas semanas estuvimos cenando con unos amigos, nos invitaron a arepas caseras y vimos que son increíblemente fáciles de hacer, así que las hemos hecho por primera vez y las vamos a compartir con vosotros, porque para eso estamos :)
Las hamburguesas son quizás, junto con la pizza, las principales abanderadas de la comida basura. Ciertos establecimientos le han ido creado una inmerecida mala fama con el paso del tiempo. Y es que una buena hamburguesa hecha en casa con ingredientes de calidad tiene muy poco de comida basura.
Una de las piezas fundamentales de cualquier hamburguesa casera que se precie es el pan. Nosotros, después de mucho tiempo con la idea en la cabeza, nos hemos animado a hacerlo en casa. Sin ánimo de hacer mucho spoiler del resultado os diremos que lo más seguro es que no volvamos a comprar pan de hamburguesa 😅
La pizza es una de nuestras comidas favoritas, y desde que descubrimos hace años lo fácil que era hacerla en casa, nunca nos falta masa en el congelador.
Hace tiempo publicamos la receta de masa de pizza que usábamos, basada en la de nuestro querido Jamie Oliver, pero con el paso del tiempo ha variado un poquito, así que queríamos compartir esta masa de pizza con KitchenAid.
Al menos un dia a la semana nos encanta cenar una rica pizza casera hecha por nosotros mismos. Siempre intentamos realizar alguna variación, ir probando cosas… pero hoy queremos compartir con vosotros la versión más sencilla.
Digamos que es la base. A partir de esto, solemos añadir algunas otras cosas, como bacon, pimiento verde, rúcula, etc. En un próximo artículo compartiremos algunas variantes interesantes (estamos abiertos a propuestas, por cierto).
Ingredientes de la pizza casera
Tomate frito
Mozzarella fresca (de las que vienen en forma de bola en un paquete individual)
Una vez que tengamos nuestra bola de masa, la estiramos con la ayuda de un rodillo -si no disponemos de un rodillo podemos usar una botella vacía de vino-. A nosotros nos gusta dejarla bastante fina, pero esto es un poco a gusto de cada uno. A continuación untamos la pizza generosamente con la salsa de tomate y metemos al horno, previamente precalentado, a 180-200º durante unos 15 minutos.
Esto de meter primero la masa solo con el tomate es un pequeño truco que descubrimos gracias a Arguiñano, y sirve para que la masa se cocine casi del todo antes de añadir los demás ingredientes, que no necesitan ser cocinados, y que al final nos quede mucho más crujiente.
Los tiempos y las temperaturas variarán entre diferentes hornos, así que lo mejor es estar pendientes, y sacarla cuando veamos que la masa ya no está blanda.
Una vez veamos que la masa está en su punto, será el momento de sacarla y añadir el resto de ingredientes; primero repartiremos la mozzarella desmenuzada por toda la base, a continuación la pechuga de pavo y el queso de cabra (también desmenuzado).
Para finalizar rallaremos un poco de parmesano y espolvorearemos orégano y un poco de pimienta negra recién molida.
Volvemos a meter al horno durante otros 15 minutos, más o menos, sin variar la temperatura, o hasta que veamos que los ingredientes están a nuestro gusto y la masa está crujiente (se humedecerá un poco al principio con la mozzarella).
Un pequeño truco para que la mozzarella no tenga tanta humedad es sacarla del paquete una o dos horas antes de hacer la pizza, desmenuzarla sobre un plato con papel de cocina y meterla en el frigorífico hasta que vayamos a usarla.
El último paso, y el mejor, es sacar la pizza, cortarla y disfrutarla, a ser posible entre buenos amigos. Esperamos que probéis a hacerla o, si ya las hacéis, que compartáis vuestros trucos y consejos con nosotros.
Esta es la pasta fresca casera que solemos hacer, basándonos en una receta de Jamie Oliver de lo más sencilla.
Lo único que necesitarás tener, si o si, es una máquina de pasta (podéis encontrarlas por unos 50 euros), ya que a mano es imposible llegar a conseguir una pasta tan fina y suave como se consigue con la máquina.
Ingredientes (para dos personas)
100 gramos de harina
1 huevo
Una pizca de sal
Elaboración de la pasta fresca
Con la harina sobre la mesa de trabajo, crearemos un hueco en el centro, a modo de volcán, en el que echaremos el huevo batido y una pizca de sal. A continuación iremos incorporando poco a poco la harina, con ayuda de un tenedor.
Una vez tengamos una bola bien amasada, será el momento de comenzar a pasarla por nuestra máquina de pasta.
Estas máquinas tienen varios niveles de grosor para los rodillos, de forma que comenzamos pasando la masa por el máximo grosor, y acabamos en el nivel más fino. Al final tendremos una tira de pasta fresca muy suave y con un color impresionante.
En este momento, podríamos cortar la pasta a mano en cuadrados y tendríamos unas placas perfectas para canelones, o bien usar un accesorio y cortarla de otra forma. Nosotros optamos por cortarlos como fetuccini, con el accesorio que venía junto con nuestra máquina.
¿Qué os parece? ¿Habéis hecho vuestra propia pasta alguna vez?
Hace mucho tiempo descubrimos, gracias al gran Jamie Oliver, que hacer pizza casera no era tan difícil, y desde entonces abandonamos por completo las pizzas prefabricadas y no hemos vuelto a levantar el teléfono para pedir ninguna a Telepizza o equivalentes :)
Hoy queremos compartir la receta que usamos nosotros, que nos da para hacer 8 pizzas perfectas para dos personas.
Los ingredientes que necesitas
1 kg. de harina de fuerza
650 ml. de agua tibia
Una cucharada rasa de sal
Una cucharada rasa de azúcar
2 sobres de levadura de panaderia seca (unos 12 grs.)
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Lo que tienes que hacer
Mezcla en un recipiente el agua templada con la levadura, el aceite y el azúcar, y viértelo todo en un bol, donde previamente has mezclado la harina con la sal.
Mezcla todo bien, hasta que tengas una masa que ya no puedas manejar en el recipiente. Entonces es el momento de volcarla en la mesa de trabajo y amasar. Recuerda echar harina en la mesa, para que no se te pegue la masa.
Si notas que se te pega en las manos, añade más harina.
Al final tiene que quedar una masa suave y elástica.
Una vez amasada, déjala reposar durante 1 hora en un recipiente tapado con un paño húmedo. Con esto conseguiremos que la levadura actúe y la masa doble el tamaño.
Conseguirás una buena cantidad de masa, así que tendrás que dividirla. Como comentamos antes, nosotros solemos dividirla en ocho partes iguales. Cada una de estas pequeñas masas es perfecta para hacer pizza para dos personas.
A no ser que te vayas a comer las 8 pizzas el mismo dia (cosa poco probable!), te recomendamos envolver cada masa en film transparente y guardarlas en el congelador.
Lo único que tienes que hacer el dia que quieras comer pizza es acordarte de sacar la masa con unas horas de antelación.
En próximos artículos compartiremos algunas pizzas con vosotros, y esperamos que nos comentéis vuestras combinaciones preferidas, claro!
¿Os apetece una cuña? :)
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